Las primeras exposiciones del joven bretón con la caza van a ir enfocadas a buscar la experiencia positiva. Por lo tanto lo ideal es buscar momentos agradables para el perro, evitando horas del día de calor intenso, entornos de excesiva maleza o muy pendientes, etc.
Períodos cortos de tiempo en el cazadero, sin llegar a saturar al animal y buscando siempre recogerlo en el momento que muestre máximo interés, van a potenciar que el perro conecte antes y con mayor ímpetu con la caza. Por lo tanto no vamos a esperar a que el bretón en las primeras tomas de contacto se canse del campo y menos aún de las piezas de caza.
Tenemos que tener cuidado de no caer en falsas valoraciones puesto que en determinados ciclos del aprendizaje el cachorro puede estancarse en las llamadas “Mesetas del Aprendizaje”. Este es un momento natural en el que el alumno no evoluciona e incluso retrocede pero que ayuda a consolidar conceptos y a tomar un mayor impulso posterior en el aprendizaje.
En resumen, experiencias semanales de calidad mejor que en cantidad y procurando sesiones cortas que poco a poco el bretón las irá haciendo más largas e intensas. |
